Se llamaban Fabiola Perez y Facundo Palomo, ambos de 5 años. Los mató el hambre y el abandono provincial y municipal. Vivían en la comunidad wichi El Arrozal en Santa Victoria Este. Sin comida en sus hogares, ingirieron bulbos y frutas silvestres en el monte, que seguramente los enfermaron.Fueron hallados muertos hace dos días y sus cuerpecitos trasladados al hospital para la autopsia.La muerte de estos inocentes NO SE DETIENE. ¿Hasta cuando??? Acaso la inhumanidad y el desamparo están tan naturalizados al punto de desentenderse del brutal infanticidio en las comunidades originarias?Desarrollo Social, Salud Pública y las autoridades locales tienen mucho que explicar.Porque a TODOS NOSOTROS nos deben la respuesta.

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