LA MUNICIPALIDAD DE EMILIANO TAMBIÉN CON LOS CURSOS TRUCHOS DE COCO CHAVEZ DIAZ

Tras la denuncia del diputado Luis “Gringo” Mendaña en la sesión del martes pasado, aparecen cada vez más damnificados por recibir certificados de la Universidad de Oncativo que no tienen validez

El martes pasado en la sesión de la Cámara de Diputados, el diputado por La Caldera, Luis Mendaña, denunció que la Agencia de la Juventud, a cargo del joven “Felicidad” Tane de Souza Correa, en connivencia con la Universidad de Oncativo, dictó cursos en Vaqueros de paramédicos y maquinista que no poseían validez. Los certificados que se entregaban no acreditan conocimientos ni cuentan aval del Ministerio de Educación ni del Ministerio de Salud.

Lo denunciado por la alocución de Mendaña destapó que el dictado de los cursos por la Universidad Popular de Oncativo no sólo afectó a personas de Vaqueros, sino también de La Caldera, Cerrillos, Irigoyen, Quijano, Quebrachal y Capital.

Los cursos costaban entre $ 50.000 y $ 200.000, se realizaban en conjunto con las municipalidades y al terminar los asistentes recibían certificados con la firma de Tane de Souza y de Jorge “Coco” Chávez Diáz, supuesto rector de la Universidad, quien rápidamente salió a defenderse informando que la Universidad de Oncativo cuenta con sede en Salta y que él sería el representante.

La palabra de la Universidad de Oncativo. El director de la Universidad de Oncativo, Pablo Verdicchio, aclaró que la institución solo tiene un convenio marco con la Intendencia de Hipólito Yrigoyen y que no avala ninguno de los cursos dictados por Chávez Díaz. Verdicchio explicó que el convenio firmado con la municipalidad fue formalizado en julio, y que, hasta el momento, los únicos estudiantes certificables de la universidad son aquellos que completaron el curso bajo su programa oficial, que culminará el 21 de diciembre.

Los damnificados. Los engañados por los cursos truchos no sólo fueron los asistentes que abonaron de buena fe a cambio de un certificado sin validez sino los mismos capacitadores y demás administrativos de la “supuesta universidad”, que prestaron servicios para Jorge Chavez Diaz, quien se involucraron en el proyecto a cambio de promesas de pago y de empleos que nunca llegaron.